Las cosas parece que comienzan a cambiar, aunque lentamente. Alemania, uno de los grandes motores de la agricultura europea y mundial, muestra tímidos síntomas de recuperación, al menos en el ánimo inversor de sus profesionales.
Un estudio de la entidad financiera pública Rentenbank, publicado en julio, revela una mejora moderada pero consistente en el ánimo del sector agrícola alemán, con indicadores que apuntan a una creciente disposición a invertir, liderada por los ganaderos. El índice que recoge el clima empresarial agrícola, que combina la valoración de la situación actual y las expectativas futuras, mejora desde -0,4 puntos en la primavera hasta -0,1 puntos en verano-otoño, rondando ya la neutralidad. La valoración de la situación actual se sitúa en torno a 2,3 puntos, mientras que las perspectivas de futuro permanecen más bajas, en -2,4 puntos.
El trabajo recoge también que el 84 % de los agricultores valoran su situación actual como buena, muy buena o satisfactoria, entre uno y dos puntos más que en encuestas anteriores. Solo el 16% califica su situación como desfavorable o muy desfavorable, reduciéndose ligeramente respecto a consultas anteriores. Las expectativas a 2-3 años trascienden el pesimismo: solo un pequeño porcentaje anticipa una mejora, frente a un creciente grupo que espera un empeoramiento.
La disposición a invertir se mantiene en niveles altos, especialmente en maquinaria e infraestructuras ganaderas. El 77% de los agricultores y el 92% de los contratistas agrícolas han invertido en los últimos 12 meses, centrándose en máquinas y remodelación o construcción de instalaciones ganaderas El sector porcino y avícola registra la mayor tasa de inversión, con un 84%, seguido por la ganadería bovina y de leche con 80%.
En los próximos 2-3 años, el 65% de los agricultores y el 62% de los contratistas planean invertir, cifras superiores a las recogidas en primavera, que fueron del 60% y 57%, respectivamente. Alrededor de un tercio de los productores tiene en mente diversificar sus actividades y miran hacia la fotovoltaica y a la agricultura de conservación. Apenas el 9% contempla el paso total a la agricultura ecológica.
Entre los ganaderos, el 16% prevé adoptar sistemas de producción con mayores estándares de bienestar, incluyendo ampliaciones o construcciones de instalaciones (61%). Lo que se considera necesario son estímulos y adaptación de programas de financiación, com incentivos orientados al bienestar animal, reducción de barreras burocráticas y compensaciones ante subidas de costes.
El impulso hacia energías renovables y una mayor diversificación productiva sugiere potencial para programas que promuevan la transición energética y el desarrollo de nuevas líneas de negocio.
Modernización y adaptación al mercado
Del trabajo de Rentenbank se puede concluir que, aunque persista cierta cautela en las expectativas futuras, la base actual es sólida, la disposición a invertir es significativa y los productores alemanes están enfocados en modernizarse y adaptarse a las exigencias del mercado. Un entorno de política agraria predecible y apoyo financiero adecuado se presenta como condición indispensable para sostener ese impulso.
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