El informe del MAPA indica que el número de animales sacrificados en España presenta un descenso del 5,5% respecto al mismo periodo del año anterior, especialmente en los corderos de menos de 7 kg, categoría que representa más del 60% de los sacrificios.
Castilla y León, Castilla-La Mancha y Cataluña concentran la mayor parte de los sacrificios, consolidando su papel como regiones clave para la ganadería ovina de carne en España.
Esta disminución puede estar vinculada tanto a ajustes estructurales en la producción como a la moderación de la demanda interna.
Contrario a lo que se observó en años previos, las exportaciones de ovino vivo han registrado un descenso, destacando una caída en los envíos hacia mercados tradicionales como Marruecos.
Este retroceso del 23,6% podría deberse a cambios en la demanda internacional y la competencia con otros países exportadores.
En paralelo, las importaciones de carne de ovino han mostrado un significativo aumento del 21,1%, principalmente desde Italia, Argentina y Nueva Zelanda, lo que refleja la necesidad de complementar la oferta nacional para satisfacer la demanda interna de ciertos cortes.
El balance comercial del sector muestra una presión creciente para mantener la competitividad en mercados internacionales y compensar la caída de exportaciones.
Los precios del cordero en España se mantienen estables, lo que permite al país conservar una posición competitiva frente a otros productores europeos como Italia, Grecia y Portugal. Sin embargo, destaca especialmente el incremento del 66,5% en la cotización de los corderos de menos de 7 kilogramos de peso, orientados más al mercado interno.
Durante 2025, los precios del cordero ligero muestran leves incrementos interanuales, algo que también ocurre en el cordero pesado, al estilo de lo que ocurre en otros países del entorno comunitario.
La estabilidad de precios es un factor positivo para los productores, permitiendo planificar estrategias comerciales y de producción sin grandes incertidumbres.
El consumo interno de carne de ovino ha experimentado un importante descenso del 15,2% en comparación con el año anterior, reflejando cambios en los hábitos de los consumidores y la competencia de otras carnes.
A pesar de esta disminución, el cordero mantiene un rol destacado en la gastronomía española, especialmente durante festividades y en mercados regionales con tradición de consumo.
Las comunidades autónomas con mayor número de sacrificios siguen siendo Castilla y León, Castilla-La Mancha y Cataluña, con incrementos menores en Aragón y la Comunidad Valenciana.
Los corderos de menos de 7 kg concentran la mayoría de los sacrificios en regiones con sistemas de producción intensiva o semiintensiva.
Uno de los aspectos más relevantes del informe es la disminución simultánea de sacrificios y exportaciones de ovino vivo, lo que indica un sector que enfrenta ajustes tanto internos como externos.
Mantener la competitividad en precios y aprovechar los mercados internacionales serán factores clave para contrarrestar el descenso de exportaciones.
El informe recomienda a los productores prestar atención a la eficiencia productiva y la diversificación de mercados para asegurar la sostenibilidad económica del sector.
El informe del MAPA de septiembre de 2025 ofrece un análisis detallado del mercado de ovino de carne, destacando la necesidad de equilibrar producción, comercio exterior y precios.
Aunque los sacrificios y exportaciones muestran descensos, la estabilidad de los precios y la demanda interna proporcionan una base para que el sector se mantenga competitivo.
La clave para los productores españoles estará en mejorar la eficiencia productiva, explorar nuevos mercados y adaptarse a la evolución del consumo y de la oferta internacional.
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