Control de los abortos por clamidias con la vacunación completa del rebaño

PRIMERA SESIÓN / Seminario sobre Control de Abortos (MSD Animal HEALH)

SANDRA DE LA HERA. Veterinaria de Anche.

Vamos a exponer un caso clínico. Se trata del control de abortos mediante la vacunación completa del rebaño. Se trata de utilizar herramientas de las que ya disponemos.

CARACTERÍSTICAS DEL REBAÑO

Se trata de un rebaño de raza Churra, integrado en el esquema de selección de carne de la raza. Este ganadero dispone de datos de cubrición, inseminación, paridera, anota los abortos, los nacidos muertos, los lechazos vendidos... Nos aporta mucha información para comprobar la dimensión del problema.

Es un rebaño que parte hace diez años de unos 250 animales y en la actualidad tiene algo más de 1.000 animales. Se ha conseguido mediante la reposición y la incorporación de tres lotes de animales durante estos diez años. Indudablemente, se trata de una situación de riesgo.

Se trata de un rebaño tradicional, con mucho pastoreo. De hecho, siempre que las condiciones meteorológicas lo permiten, se pastorean las ovejas vacías y las gestantes en el primer tramo de la gestación. Tan sólo se estabulan cuando no pueden salir a pastar o en el preparto. Permanecen estabuladas el mes que dura la cría del lechazo y el secado.

Es un rebaño que tiene cuatro parideras al año y un plan sanitario muy sencillo, ligado a las ecografías. Durante las ecografías, se toman muestra de heces. Si es necesario, se desparasita en el preparto. Si no es así, únicamente se realiza vacunación de ‘basquilla’. No tenía un historial previo de abortos.

Si se analizan los datos reproductivos, hay un porcentaje muy ligero de abortos, teniendo en cuenta que se trata de una explotación en el que sí se anotan los abortos. Pero tenemos la sensación de que, en todos los rebaños que controlamos, siempre que el porcentaje de abortos no exceda del 2%, el ganadero no lo percibe como un riesgo y suelen ser abortos no infecciosos, que pueden ser por traumatismo o aspectos puntuales.

La alerta en esta explotación salta en el año 2016, con un 3% de abortos, pero en la última paridera del año llega el 8%.

En la evolución de la fertilidad, se pueden analizar los datos tanto en inseminación artificial como en ‘remonta’ o ‘repesca’, ya que diez días después de la inseminación se echan los machos para que, las ovejas que no han quedado cubiertas de inseminación, quede de monta natural. Tiene muy buenos resultados de inseminación, siempre por encima del 50%. Llegó a bajar en una cubrición al 35%, pero se puede asimilar con un fallo puntual de esa cubrición por inseminación, ya que a los diez días los machos elevaron el porcentaje de cubriciones. Sin embargo, en la cubrición siguiente, en mayo de 2016, se ven unos resultados muy pobres, tanto de inseminación como de cubrición. Esos datos se recuperan posteriormente.

DATOS DEL BROTE DE ABORTOS

El brote de abortos en 2016 surge en la peor época del año, porque es la paridera de octubre, que son los lechazos destinados a venderse en la época navideña. En esta paridera tiene 262 partos, tiene una prolificidad de 1,42, pero se anotan 22 abortos, que es casi un 8%. Además, hay que añadir que han nacido muertos 10 animales, o que nacieron muy débiles otros 5 ejemplares, por lo que murieron en los primeros tres días. Además, se hicieron ecografías en agosto y había 302 ovejas preñadas, por lo que había 18 ovejas que estaban diagnosticadas como preñadas y que no llegaron a parir, y que además el ganadero no percibió como aborto. Y es que el problema de los abortos siempre es mayor del que percibimos. En total, es un 14% de gestaciones perdidas.

Es importante realizar una cuantificación económica. De esas ovejas no vamos a poder producir hasta que no se vuelvan a quedar preñadas. Con un cálculo muy conservador, tenemos en cuenta el coste de alimentación de las ovejas en el preparto durante mes y medio. El coste importante es el de los lechazos que no se han vendido, que son unos 57 no vendidos, además de los 10 nacidos muertos y los 5 que se murieron antes de venderlos. Para hacer este cálculo, se toma el precio real que percibió el ganadero, según la Lonja de Segovia en los meses de noviembre y diciembre. Hay que tener en cuenta también el coste de alimentación de la oveja hasta que se vuelva a cubrir y parir. También se puede incluir el coste de la inseminación previa de 125 animales para dejar corderas, ya que se han muerto animales de alto valor genético. Con números mínimos y cálculos conservadores, lo que cuesta este brote de abortos, que parecían muy poco en principio con 22 ovejas, es de 5.850 euros.

Para comenzar a afrontar el problema, se remiten a Analítica Veterinaria una serie de muestras: fetos, placentas, sueros, hisopos... Microscópicamente, se vieron fetos momificados, lo que puede indicar la presencia de toxoplasma, pero era importante comprobarlo. La noticia que recibimos es que es positivo a todo. En serología se encuentran clamidias, border, toxoplasma... y en PCR se encuentran clamidias. El diagnóstico no es sencillo, ya que hay abortos de etiología mixta, ya que intervienen en el aborto las clamidias y el virus border, además de la elevada positividad a toxoplasma, lo que indica que también está circulando por la explotación.

Nos encontramos con tres agentes abortivos, de naturaleza diferente, como son un parásito que es toxoplasma, un virus que es border y las clamidias. El objetivo es comprobar cómo afecta cada uno de los agentes. En primer lugar se analiza el toxoplasma con la serología de doce ovejas que habían abortado. La prevalencia dentro de los animales es del 85%. Se asume que el rebaño adulto está inmunizado y se intenta priorizar con otros agentes, con la salvedad de que en el futuro sea necesario vacunar o no a las corderas. Con el border, se monitorizaron unas corderas centinela, para saber si era únicamente una viremia transitoria, quizás por el contacto con la fauna silvestre, ya que se realiza pastoreo. Se comprobó que, de las doce corderas, el 25% eran positivas. Se puede pensar que es una viremia transitoria o que hay animales persistentemente infectados en el rebaño y que haya que afrontarlo en el futuro. El tercer agente implicado son las clamidias. Tras descartar los otros dos, afrontamos el control de las clamidias.

PLAN DE CONTROL

El abordaje tradicional de esta enfermedad es vacunar a las corderas. En el caso de este rebaño, hay una gran longevidad por la aptitud cárnica y por la raza. De hecho, se pueden encontrar fácilmente ovejas de ocho años. Si únicamente se va vacunando a la reposición, se tardarían muchos años en tener todo el rebaño protegido. Aún así, se decidió revisar a las corderas. En animales de ocho meses, el 60% ya estaban infectadas y había un 25% que son dudosas. Además, en este caso son corderas que habían entrado en cubrición.

Había otro plan tradicional, que en realidad nunca fue una alternativa real sobre la mesa, pero se quiso hacer un estudio económico por interés del ganadero. Se podía hacer un blanqueo y poner oxitetraciclina a las ovejas. Pero el antibiótico sólo funciona entre los días 90 y 105 de gestación, cuando la cubrición ha sido de 40 días. Por lo tanto, no se llega con una administración de antibiótico, y quizás tampoco con dos. Nuestro planteamiento económico fue hacer el cálculo para ovejas de 60 o 70 kilogramos, para tratar las 300 ovejas como gestantes en una paridera. Si no se tiene ecografía, hay que tratar a todo el rebaño. Con dos dosis, y tratando únicamente una paridera, son 1.589 euros. Hay que tener en cuenta que habría que seguir el tratamiento en la siguiente paridera.

Se decidió poner en marcha la vacunación de todos los animales del rebaño, pero antes realizamos un estudio económico. Con mil dosis se vacunaba todo el rebaño, lo que suponía 2.878 euros.

Se planteó vacunar después de que las ovejas parieran y se quitara el lechazo, es decir, ovejas vacías, que además están desparasitadas previamente en el caso de que fuera necesario. Así, en cuatro parideras que tenía el ganadero y con una recría normal, se puede realizar toda la vacunación.

En la siguiente paridera, para confirmar el diagnóstico, se vuelven a remitir muestras de los cinco abortos que se produjeron. El diagnóstico era claro. Seguía habiendo clamidias. Se sigue investigando en las corderas, porque en animales menores de ocho meses había anteriormente un 60% de infectadas. Se baja la edad a seis meses y baja al 40%. Seguimos analizando y con corderas menores de tres meses, el 100% son negativas. Por lo tanto, no sólo se vacunan a las ovejas después de parir, sino que se disminuye la edad a la que se vacunan las corderas. El cuarto lote de corderas vuelve a confirmar el 100% de corderas negativas, por lo que se decide vacunar a las corderas.

La seropositividad se va reduciendo. Además, a lo largo de las parideras se va reduciendo el número de abortos, que se queda en un porcentaje testimonial en la actualidad.

CONCLUSIONES

Se da el brote por controlado y se ha podido seguir con el plan reproductivo establecido. Además, se ha hecho un uso racional de antibióticos, ya que únicamente se ha tratado a los animales que han abortado para disminuir la excreción. Se ha conseguido tener el rebaño limpio en únicamente un año, vacunando a las ovejas vacías tras el destete y a los tres o cuatro meses a las corderas. El manejo es sencillo, porque únicamente requiere de un pinchazo a los animales, y el retorno de la inversión es rápido. Además, genera tranquilidad en el ganadero, como beneficio intangible.

Para avanzar, tenemos que innovar. Incluso con herramientas que ya tenemos disponibles en el mercado, pero con una actitud innovadora. En lugar de vacunar las corderas, decidimos vacunar todo el rebaño y dio buenos resultados.