El cambio racial en el ovino de Castilla-La Mancha aumenta en un 62% su productividad por granja

Los datos son suficientemente elocuentes sobre la evolución que ha tenido el subsector del ovino de leche en Castilla-La Mancha durante estos últimos años. Datos que se obtienen de las estadísticas oficiales de entregas de leche que elabora mensualmente el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).

Tomando como referencia el mes de febrero, último actualizado, en Castilla-La Mancha se produjeron en ese mes un total de 12.546.700 litros de leche de oveja, por parte de 1.067 ganaderos, lo que significa una media de producción por explotación de 11.759 litros mensuales en ese mes de febrero. La evolución con esos mismos datos del FEGA de años anteriores es muy clara. Así, en el ejercicio 2014 apenas se llegaba a una media de producción mensual, también en febrero, de 7.253 litros. Por lo tanto, se trata de un aumento por productividad de granja del 62%.

Según diferentes expertos en el sector, este notable incremento puede deberse al cambio racial que se ha experimentado en Castilla-La Mancha, con productores que han decidido renovar la raza Manchega, a pesar del alto precio por litro que alcanzaban gracias a la Denominación de Origen Queso Manchego, por razas más productoras como la Lacaune, con el objetivo de aumentar su producción, diluir los gastos fijos y obtener una mayor rentabilidad por explotación.

Este aumento de la producción en Castilla-La Mancha ha provocado las primeras tensiones fuertes en el mercado durante la presente primavera. Así, según denuncian las organizaciones profesionales agrarias de esta comunidad autónoma, se han producido amenazas de algunas industrias lácteas de no recoger parte de las producciones de los ganaderos, lo que pone en riesgo la viabilidad de las explotaciones.