Australia y Nueva Zelanda suelen ser considerados de forma tradicional como los grandes referentes del sector ovino de carne a nivel mundial, ya que tienen dos sectores potentes, lo que les lleva a ser los grandes dominadores del comercio de ovinos a nivel mundial, con altos niveles de exportaciones al resto de países desarrollados.
Una comparativa internacional desarrollada por la red Agri Benchmark Sheep con granjas distribuidas por 17 países del mundo (Alemania, España, Francia, Irlanda, Reino Unido, México, Brasil, Colombia, Uruguay, China, Australia, Nueva Zelanda, Argelia, Marruecos, Túnez, Namibia y Sudáfrica) arroja luz sobre los aspectos claves técnicos y económicos para esa buena situación de los sectores ovinos oceánicos.
Por lo que respecta a los aspectos de producción, uno de los datos más significativos es el tamaño de los rebaños. En los casos estudiados en Australia y Nueva Zelanda, consideradas como ‘granjas típicas’, en ningún caso se baja de 1.500 animales, aunque llega a haber granjas con 7.800 ovejas reproductoras, situándose la media en más de 3.100 ejemplares por explotación. Tamaños medios que puedan considerarse similares sólo se encuentran en España y Sudáfrica, sobrepasando ligeramente los 1.300 animales. El resto de países se encuentra en unas cifras más alejadas.
La estructura de costes también es un aspecto diferenciador, en este caso en el ámbito económico. Las explotaciones de los países oceánicos se sitúan en una media de menos de 200 euros por 100 kilogramos de peso vivo. Estos datos se duplican en países como España, Francia o Reino Unido; e incluso se triplican en el caso de Alemania. También hay valores significativamente altos en los países norteafricanos. Únicamente los países sudamericanos tienen una estructura de costes más reducida.
Por último, el dato que define la rentabilidad del ovino de carne en Australia y Nueva Zelanda es el retorno a la mano de obra, que se sitúa en prácticamente todos los casos en unos 30 euros por hora, alcanzando los 60 euros en algunos casos puntuales. Salvo en el caso de Uruguay y alguna explotación puntual de Alemania o España, el resto de explotaciones estudiadas se encuentran por debajo del umbral de 10 euros por hora en el retorno a la mano de obra excluyendo los pagos directos desacoplados, con datos incluso negativos en varios países europeos.
Fuente: Elaboración propia
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