Los productores de ovino de leche esperan un ‘efecto arrastre’ de precios por la leche de cabra

La llegada del otoño está teniendo novedades en el mercado de la leche de los pequeños rumiantes y en las negociaciones de los representantes de productores e industrias lácteas. A las seguras subidas en el precio que se van a dar en la leche de cabra en los últimos tres meses del año, con niveles de incremento que aún están sin concretar pero que pueden ser de gran magnitud, los productores de ovino de leche asisten a esta evolución del mercado esperando que se pueda dar un ‘efecto arrastre’ en las subidas del precio también para la leche de oveja, debido a la conexión que existe entre ambos mercados, fundamentalmente por la producción de quesos de mezcla.

En el caso de Castilla-La Mancha, se da por hecho que la leche no vinculada a la DO Queso Manchego subirá a niveles de entre 6,76 y 6,91 euros por hectogrado (entre 11,25 y 11,50 pesetas por grado de extracto quesero), aunque aún no se puede descartar que la subida sea mayor según vayan avanzando las negociaciones de los últimos días de septiembre.

En el caso de Castilla y León, los compromisos anuales pactados por ganaderos e industrias a principios de 2018 dibujan un panorama fijado de precios entre 6,91 y 7,21 euros por hectogrado (de 11,50 a 12 pesetas por grado), en función de los precios que se hayan tenido durante la primavera, ya que algunas industrias queseras decidieron tener los precios más bajos en el segundo trimestre, pero con la recompensa de que estuvieran más altos que el mercado en esta fase final del año. Aunque esos precios ya están pactados para la mayor parte de los ganaderos de Castilla y León, el esperado ‘efecto arrastre’ derivado de la leche de cabra tendría su influencia en la leche que se va negociando trimestre a trimestre, o incluso mes a mes, aunque lo cierto es que representa un volumen reducido de la producción regional de leche de oveja. También sería importante para la negociación de precios de cara ya a 2019.