Las cooperativas exploran modelos diferentes para incrementar el valor añadido de los socios

¿Tienen las cooperativas de ovino de leche la necesidad de reinvertarse, de volver a coger impulso después de una cierta ralentización que se ha podido sufrir en los últimos años? ¿El tamaño es fundamental para el futuro de las cooperativas? ¿Son recomendables los procesos de integración, al estilo de lo que ocurre en otros sectores? ¿Se debe entrar en el terreno de la transformación para captar valor añadido? Son algunas de las incógnitas con las que Ángel Ruiz Mantecón, en su papel de moderador, abrió la mesa redonda sobre el futuro del cooperativismo de ovino de leche que se celebró este jueves en Zamora en el marco del salón Ovinnova. Además, el profesor de investigación del CSIC quiso señalar que las cooperativas fueron las grandes protagonistas del cambio en el sector ovino de leche de Castilla y León durante las últimas tres décadas. “Se impulsaron nuevos sistemas de producción, que fueron creados y no importados de otros sitios, y se generó el cambio racial, en un modelo casi único en el contexto internacional”, afirmó Mantecón.

En el acto estuvieron presentes José Antonio Asensio, gerente del Consorcio de Promoción del Ovino; Marceliano Navarro, en representación de la cooperativa Cogala; Eduardo Marcos, de Asovino; César Reales, por parte de Agropal; y Rafael Sánchez Olea, de la cooperativa Cobadu. También hubo representación de la administración, con Jesús Paradinas, jefe del Servicio de Cooperativas Agrarias de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León.

El tamaño

La cuestión del tamaño fue uno de los ejes sobre los que giró el primer turno de intervenciones en la mesa redonda. Ante la pregunta de si el tamaño es fundamental para conseguir la viabilidad de las cooperativas, cada participante dio su punto de vista. Abrió el fuego José Antonio Asensio, señalando que las cooperativas están obligadas a reinventarse prácticamente a diario, con la necesidad de superar los problemas de rentabilidad de las ganaderías, buscar mercados más competitivos y poner en valor los beneficios del cooperativismo. “La viabilidad de las cooperativas no está condicionada por el tamaño, sino por la rentabilidad de nuestros socios, el relevo generacional y la capacidad de abordar mercados más competitivos”, apuntó.

Por su parte, Paradinas destacó las acciones desarrolladas por la Junta de Castilla y León en el sector ovino, como la Plataforma de Competitividad del Ovino. “La supervivencia de las cooperativas depende de una buena gestión, ya que cuentan con una base social amplia, pero son empresas”.

En su turno de intervención, Marceliano Navarro ofreció algunos datos para destacar el fuerte proceso de reestructuración que ha vivido el sector productor de ovino de leche y reclamó más ayudas. “Es un sector con poca rentabilidad que se debe apoyar desde la administración. La cuestión no es el futuro de las cooperativas, sino si quedarán ganaderos”.

Eduardo Bueno, de Asovino, dijo que las cooperativas deben adaptarse a la realidad de un número decreciente de explotaciones y ser capaces de satisfacer las demandas de los socios. “Tenemos que ser capaces de dar un plus a la comercialización de las producciones de los ganaderos”, finalizó.

La intervención de César Reales se centró en destacar que las cooperativas deben servir de apoyo para la rentabilidad de las explotaciones y se refirió al asunto del tamaño: “En cualquier empresa, lo más importante es la gestión, pero no debemos olvidar que la dimensión da la posibilidad de afrontar algunos retos, como es el de la transformación de nuestros productos, además de dar la posibilidad de invertir y tener los mejores profesionales”.

Cerró este turno Rafael Sánchez Olea, señalando en primer lugar que el tamaño no es determinante, porque hay ejemplos de cooperativas pequeñas que ofrecen un gran rendimiento. “Debe haber un crecimiento armónico, porque ser más grande permite tener más recursos económicos y humanos, pero puede haber inconvenientes en la prestación de servicios a los socios. No debe ser un crecimiento demasiado rápido, sino lo ideal es que se extienda como una mancha de aceite”, señaló el gerente de Cobadu.

La transformación

Ángel Ruiz Mantecón centró la segunda ronda de intervenciones en la transformación de los productos por parte de las cooperativas. En esta ocasión, se varió el orden de participación de los asistentes a la mesa redonda, por lo que el primero en intervenir fue Rafael Sánchez Olea. “Somos prudentes en el aspecto de la transformación. Los recursos económicos y humanos son limitados y, además, somos rentables cuando hacemos lo que sabemos. Desde Cobadu somos partidarios de establecer acuerdos de colaboración con otras cooperativas o con industrias de transformación”, apuntó.

César Reales dio su visión sobre la transformación desde Agropal: “Es más fácil comercializar la leche que transformarla, y más rentable en el corto plazo. Pero a largo plazo debemos tener la visión cooperativa de Europa, que son cooperativas que transforman. No es fácil, pero ser dueños de nuestro futuro es muy importante. Las cooperativas podemos ofrecer tener integrada toda la cadena alimentaria. Es un modelo de futuro”.

Para Eduardo Bueno, la transformación también se debe realizar con pasos prudentes, pero considera que es el futuro. “Debemos dar valor añadido a nuestros socios y la transformación es uno de los caminos más evidentes. La distribución demanda trazabilidad y seguridad alimentaria... y las cooperativas somos capaces de ofrecerlo”, apuntó.

En la segunda ronda de intervención, Marceliano Navarro se limitó a señalar que, desde el punto de vista de una cooperativa pequeña, las cooperativas con una cierta dimensión son las que tienen que entrar en el terreno de la comercialización.

Por su parte, Paradinas aseguró que existe modelos de éxito y de fracaso en todas las variantes. “La viabilidad futura de las cooperativas estará marcado por el valor añadido que aporten al socio, transformen o no transformen”, concluyó.

Por último, intervino José Antonio Asensio, que dio su opinión desde el punto de vista del Consorcio de Promoción del Ovino: “El futuro de una cooperativa de ovino es transformar o asociarse con alguien que transforme. Debemos buscar el valor añadidos y ser capaces de exportar nuestros productos, porque la internacionalización es un aspecto clave”.