Castilla y León y Castilla-La Mancha, las dos comunidades autónomas que lideran la producción de leche de oveja a nivel nacional, tienen comportamientos diferenciados en lo que respecta al destino de la leche que producen en sus explotaciones, según se deduce de los últimos datos del mes de junio publicados recientemente por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).
Así, Castilla-La Mancha produjo en el sexto mes del año un total de 15,97 millones de litros de leche de oveja, de los que 13,12 millones fueron transformados en la propia comunidad autónoma, mientras que 2,85 millones fueron vendidos a industrias de otras regiones. Para compensar esa salida de leche, las queserías manchegas adquirieron 0,96 millones de litros en otras regiones. Por lo tanto, el saldo total es negativo en 1,89 millones.
Por su parte, Castilla y León produjo hasta 33,98 millones de litros de leche de oveja en junio, de los que fue capaz de transformar una gran cantidad, hasta 33,50 millones, quedándose 0,48 millones en ventas a otras regiones. Además, adquirieron fuera un total de 2,41 millones, por lo que se produce un saldo positivo de entrada de leche a Castilla y León por 1,93 millones de litros.
Por último, destacan las industrias lácteas gallegas, que adquieren 1,26 millones de litros anuales ante la casi inexistente producción regional de leche de oveja.
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