En un estudio sobre abortos realizado desde la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, que se publica en las Actas del XX Foro Nacional de Ovino, centrado en un seguimiento realizado en Aragón durante más de 19 años sobre un total de 13.774 casos, se han obtenido las siguientes conclusiones:
● Se avanza en el diagnóstico de abortos y en el conocimiento de los gérmenes causantes de los abortos, y las campañas de saneamiento funcionan y van consiguiendo reducir reducir algunas de las patologías más graves, especialmente la brucelosis. Sin embargo, se debe tener aún más cuidado con el diagnóstico y seguir mejorándolo, porque se siguen teniendo problemas en los casos mixtos, que son bastante complicados, por lo que hay que ser rigurosos en la interpretación y realizar un análisis exhaustivo de los datos.
● La clamidia es la causa de abortos más más destacada durante todos los años de estudio.
● Los causados por campilobacter son más o menos estables, mientras que los de brucelosis están sometidos a una campaña de saneamiento, por lo que baja mucho y desaparece en 2008. En el resto de agentes, excepto dos picos importantes de coxiella, están bastante estables entre el 6% y el 20%.
● Analizando algunos germenes, la brucelosis comenzó con un 12% en 1997 y en poco tiempo, baja y desaparece, debido a las campañas de erradicación. En el caso del toxoplasma, se encuentra bastante estable, alrededor del 10% en función de las zonas. En salmonella, que es posiblemente la gran olvidada, tiene una ligera evolución al alza, por lo que hay que mantener una precaución.
● Por lo que respecta a coxiella, se confirman las impresiones generales. Está subiendo en los últimos años, ya que empezó con el 11% en 1997 y llegó después la influencia por el cambio de técnicas diagnósticas, por lo que en la actualidad está cerca del 20%.
● En el caso de las clamidias, va en descenso porque los ganaderos son capaces de adecuar el manejo en la granja y las pautas preventivas funcionan. Se ha bajado nueve puntos porcentuales en últimos veinte años.
● Por su parte, las tendencias estacionales confirman lo que dice la bibliografía. En invierno sube el toxoplasma, porque los animales están más tiempo estabulados y pasan más tiempo con el hospedador, que es el gato. En primavera y otoño suben las clamidias. Una posible implicación es que hay una mayor implicación de corderas de primer parto en esas parideras más grandes. En verano sube la coxiella, porque hay más polvo y favorece su contagio.
El trabajo fue expuesto por TERESA NAVARRO RODRÍGO, residente del ESCRHM
El resumen completo del trabajo en las Actas del XX Foro Nacional de Ovino puede consultarse en el siguiente enlace
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