La inmunidad calostral es una de las claves para el éxito de la reposición en ovino de leche

Un buen planteamiento de la reposición debe tener como objetivo mejorar genéticamente el rebaño, eligiendo las corderas en base a los datos productivos de sus progenitores. También es importante conseguir el primer parto entre los 13 y 14 meses. Para ello, deben alcanzar la madurez sexual entre los 7 y 9 meses, con lo que necesitan tener en ese momento el 70% del peso adulto, según señala la cooperativa Agropal en su página web.

Pero el éxito de nuestra reposición empieza a gestarse mucho antes. Así, el encalostrado es una fase crítica y fundamental para los animales. Un correcto encalostrado en calidad y cantidad en las primeras horas de vida no sólo determinará la supervivencia del animal en fases tempranas de vida al proveerlo de energía, para afrontar la hipotermia, y de defensas, para una correcta inmunidad. Además, recientes estudios en rumiantes han evidenciado que un calostro de calidad y en mayor cantidad a la suministrada hasta ahora de forma habitual, se traduce en un futuro incremento productivo del animal.

Por lo tanto, además de la alimentación, no hay que perder de vista otros aspectos de vital importancia como un correcto manejo de lotes, higiene, planes sanitarios adaptados, etc., que garanticen el éxito de la reposición. Los servicios veterinarios pueden asesorar en todo lo necesario para conseguir ese objetivo.