El Consejo de Gobierno de La Rioja acordó destinar 2,1 millones de euros a contratar el servicio de retirada, transporte y transformación de animales muertos en explotaciones ganaderas, de los que se retiran unos 32.000 al año, según informó el consejero de Agricultura, Javier Erro.
El consejero afirmó que, durante los tres últimos años, este servicio lo prestó la empresa riojana Grainsa y se acordó contratarlo mediante concurso, al que podrán concurrir empresas que tengan un centro de limpieza y desinfección de vehículos, en función de los requerimientos de la ‘Guía de buenas prácticas sobre bioseguridad en la recogida de cadáveres’.
Sus datos indican que el Gobierno riojano, hasta 2004, destinó a este servicio unos cuatro millones de euros e insistió en que La Rioja es la única comunidad autónoma que retira los cadáveres de todas las especies, lo que supone ofrecer un buen servicio para garantizar la seguridad alimentaria.
Erro dijo que, en el caso de los ovinos y caprinos muertos en explotación mayores de 18 meses, es obligatoria la realización de una toma de muestras aleatoria en la planta de transformación para su posterior análisis.