Llet de Cabres Catalanes es una iniciativa que se ha puesto en marcha en esta comunidad autónoma, con el objetivo de aunar los intereses de los productores de caprino catalanes y de las industrias queseras de la zona, fomentando una marcas que busque obtener un valor añadido en el mercado a través de la complicidad de los consumidores catalanes.
El beneficio directo que obtienen los productores de estar inscritos en esta asociación es que reciben 0,03 euros (5 pesetas) más por cada litro de leche vendido a la industria quesera de la región.
Como contrapartida, se produce leche de cabra dentro de unos estándares superiores a los que requiere la normativa vigente, tanto en calidad higiénica como en composición nutritiva. “Se consigue porque disponemos de unas condiciones de producción que favorecen el bienestar animal, el medio ambiente y la calidad de la materia primera en origen”, asegura la organización, quien considera que la diferenciación de la materia prima es un factor indispensable para llegar al consumidor, que busca una categoría y una proximidad avalada por una marca identificadora. Por esa razón, se ‘premia’ a los ganaderos con un sobreprecio en la leche que venden a las industrias.
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