México quiere situarse en los primeros lugares de la mejora genética del ovino a nivel mundial con la puesta en marcha de la segunda fase del Centro de Desarrollo Ovino Integral en Singuilucan.
De hecho, México ya ha dado pasos importantes en el desarrollo de este sector en las dos últimas décadas, y ha logrado rebajar su dependencia del exterior reduciendo la importación de carne de ovino del 70 a 18% del total del consumo nacional, un esfuerzo que ha llevado más de 20 años de trabajo, según los responsables del Ministerio de Agricultura de este país latinoamericano.
La Sagarpa ha destinado a esta fase de la construcción del centro de mejora alrededor de 134 millones de pesos y con los avances conseguidos ahora se pueden realizar estudios a más de 200.000 cabezas de ganado por año, a fin de crear un banco de semen que va a beneficiar a la ovinocultura de todo el país.
La primera consecuencia de este trabajo es que cada año la producción de corderos es mayor, permitiendo reducir las importaciones. Además, desde México ya se exporta material genético a Centroamérica, Sudamérica y El Caribe, lo que es una opción de ingreso adicional para los productores, y los trabajos de ampliación en el nuevo centro de mejora van a permitir ampliar esos mercados.
La meta al término de la presente administración (2018) es inseminar a unos 650 mil vientres de ovinos, que representa alrededor de 10 por ciento del hato en todo el país, y en dos años se han inseminado a más de 200 mil borregas.
Oviespaña, noticias diarias sobre el mercado nacional e internacional del ovino, investigación ganadera, alimentación y sistemas de manejo.